It adapta una de las novelas más populares de Stephen King,
libro que, vaya por delante, no he tenido el placer de leer aunque sí recuerdo
con cariño la miniserie de 1990 que aquí en España se estrenó en formato de
video doméstico.
La historia toca temas recurrentes de este autor y narra el
enfrentamiento de un grupo de chavales marginados, que se llaman a sí mismos
los perdedores, contra una entidad maligna cambiaformas que los ataca a través
de sus miedos. Aunque este monstruo no tiene un aspecto definido siente una
especial predilección por aparecerse como un payaso diabólico bailarín de
nombre Pennywise. Se trata en el fondo de la clásica historia iniciática, con
una gran importancia del valor de la amistad, en clave de terror. La novela de
Stephen King de casi mil páginas se desarrolla de forma paralela en dos tiempos,
la infancia y la edad adulta de los protagonistas, en los años 50 y en los años
80, fecha de publicación de la novela, estructura justificada por el ciclo de
hibernación del monstruo de 27 años, que es el espacio de tiempo entre ataque y
ataque.
Los responsables del film han desplazado la cronología,
enmarcando la infancia del grupo de
chavales en los años 80 y el segmento adulto en la actualidad. Este último,
aproximadamente media novela, queda fuera de la adaptación, para una segunda
parte que se estrenará presumiblemente en 2019. De esta forma, se ha convertido
la película en una especie de secuela apócrifa de “Stranger Things”, sensación
que se intensifica con la inclusión de uno de sus actores entre los
protagonistas. La jugada les ha salido redonda, arrastrando a muchos de los
fans de la popular serie de televisión y convirtiéndola en una de las películas
de terror más taquilleras de la historia.
Comparativamente a la versión televisiva, obviamente se ha
ganado mucho en medios técnicos, así que IT de 2017 luce mucho más en pantalla.
Quizás el único aspecto en el que podría destacar la miniserie es en el
personaje del payaso, mucho más burlesco y ambiguo, más plano y feroz en la
nueva versión.
Como película de terror, sin dejar de ser recomendable, se
le podría achacar que se basa en exceso en jumpscares, quedando todo un poco
como un tren de la bruja. Además se queda algo corta en el desarrollo de
ciertos personajes, comprensible si tenemos en cuenta el elevado número de
protagonistas y su duración de poco más de dos horas.
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