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Feliz día de tu muerte



Me he imaginado trabajando en el departamento de ventas de esta producción e inventando la frase promocional, “La película que dirigió el hijo de Michael Landon y escribió el guionista malo de los X-Men”. Si a esto añadimos una premisa bastante demencial, no he podido evitar acercarme a esta historia y verla sí o sí.

En el fondo, tampoco se molesta en ocultarlo, es una reformulación de la comedia clásica protagonizada por Bill Murray “Atrapado en el tiempo”, incluso hay unos diálogos en el guion que se permiten comentarlo. En esta vertiente, tenemos una secuencia inicial que se repite varias veces con pequeñas variantes, el momento desmadrado en el que la protagonista de la historia se vuelve cínica y empieza a proporcionar salidas estrambóticas a la situación y, por supuesto, la iteración cercana al final en la que la chica le da la réplica perfecta a cada personaje demostrando que ha crecido y se ha vuelto mejor persona.

Pero también, y aquí está el puntito de todo, el día de la marmota está revisitado en clave slasher. Se juega así con muchos clichés del género de una forma que la emparenta con la saga noventera de “Scream” y no solo por tener como en aquella un asesino que oculta su identidad mediante una máscara peculiar. Quizás es en este último aspecto donde se queda corta en el sentido que le falta algo de brío en los momentos de suspense y es que Christopher B. Landon no es Wes Craven ni John Carpenter, desgraciadamente. Por la propia naturaleza de la historia, que tampoco nadie espere escenas demasiado sangrientas o escabrosas.

Al final nos queda una película baratita pero resultona, en absoluto ambiciosa, que nos mantiene entretenidos durante su justo metraje y que a pesar de la mezcla resulta simpática y transmite buen rollo.

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