Después de salir escaldado de la película de Marvel “Ant-Man”, tras varios años de estar implicado, se ve que a Edgard Wright le apetecía meterse en un proyecto del que tuviera el control creativo completo y estrenó esta “Baby Driver”, título sacado de una canción de Simon & Garfunkel, de la que es director y guionista. Y te convencerá según qué consideres que es más importante, si lo que se cuenta o cómo se hace, el fondo o la forma. La historia sobre un joven conductor que proporciona la vía de escape a atracadores a mano armada no da demasiado margen a la sorpresa. No falta ni un cliché, ni su buen corazón ni la imposibilidad de alejarse del mundo criminal a pesar de sus esfuerzos. También encontramos a la chica y al padre adoptivo impedido, que estarán en peligro y deberán ser salvados en algún momento. Ahora bien, se nota un cierto esfuerzo en darles un puntito de originalidad a los personajes, como ese protagonista con acúfenos que debe escuchar música permanent
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