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Mostrando entradas de enero, 2018

Baby Driver

Después de salir escaldado de la película de Marvel “Ant-Man”, tras varios años de estar implicado, se ve que a Edgard Wright le apetecía meterse en un proyecto del que tuviera el control creativo completo y estrenó esta “Baby Driver”, título sacado de una canción de Simon & Garfunkel, de la que es director y guionista. Y te convencerá según qué consideres que es más importante, si lo que se cuenta o cómo se hace, el fondo o la forma. La historia sobre un joven conductor que proporciona la vía de escape a atracadores a mano armada no da demasiado margen a la sorpresa. No falta ni un cliché, ni su buen corazón ni la imposibilidad de alejarse del mundo criminal a pesar de sus esfuerzos. También encontramos a la chica y al padre adoptivo impedido, que estarán en peligro y deberán ser salvados en algún momento. Ahora bien, se nota un cierto esfuerzo en darles un puntito de originalidad a los personajes, como ese protagonista con acúfenos que debe escuchar música permanent

Trainspotting 2

“¿Por qué?” Es lo primero que le viene uno a la cabeza cuando se entera de que los responsables de Trainspotting, aquella influyente comedia negra (o drama, según se mire) de mediados de los 90 con una potentísima banda sonora, se han puesto manos a la obra con una continuación. “¿Era necesario? ¿No se tratará de un nuevo sacacuartos que apela a la nostalgia?”   Veinte años después del final de la primera parte, Renton vuelve a Edimburgo a reencontrarse con sus amigos cuando la vida que eligió resultó no ser suficiente. A pesar del tiempo transcurrido, lo que podría suponer algo más de madurez en los personajes, la historia se repite en cierto modo cuando el grupo vuelve a sus trapicheos habituales.   El hecho de que todos los actores   protagonistas retomen sus papeles y de que este siempre muy presente en la narración el film original, mediante flashes visuales o musicales, le da un aire a reencuentro al conjunto. Creo que lo interesante de la experiencia es haber visto l

La torre oscura

Imagina que estás en tu casa una tarde tonta de sábado del año ochenta y pico y que metes una cinta que alquilaste del videoclub en tu reproductor de VHS. En la televisión de tubo se cuenta la historia de un muchacho con grandes poderes aún latentes, Jake, perseguido por un ser diabólico, el hombre de negro, que busca la conquista del universo desde una dimensión demoníaca. Este joven viaja a otro mundo y se une a un héroe caído en desgracia que perteneció a una antigua orden de defensores del bien, los pistoleros. Acosados por el terrible hombre de negro, Jake y el pistolero se verán obligados a volver a Nueva York para librar la batalla final. Acción a cámara lenta, trucos molones con un par de colt .45, viaje entre dimensiones, el universo al borde de la destrucción…Todo lo necesario para flipar durante noventa minutos. El problema radica en que en realidad lo estás viendo en un reproductor de blu-ray sobre una pantalla plana casi treinta años después. Nadie tiene muy clar